Llegada – y Como Sobreviví el Largo Vuelo

[2019-09-27…2019-09-30]

Todo empezó dejando mi ciudad (Cali, Colombia) un 27 de septiembre, lleno de ansiedad, pero también extremadamente emocionado sabiendo que iba camino a cumplir mi sueño de muchos años.

Desde que era pequeño, siempre tuve gran fascinación por Japón y su cultura; y un año antes de todo esto decidí no esperar más; entonces, cargado de algo de ropa, una carpa y una cámara (luego agregaría una bici), estaba embarcando en esta aventura que duraría alrededor de dos meses.

Globo terráqueo enfocado en Japón con pasaporte y tiquetes
Con mi pasaporte y tiquetes, estaba listo para empezar mi viaje.

Primero, un par de horas en tránsito por Medellín, luego un vuelo de 4 horas hacia Ciudad de México y, para terminar el primer día, una espera de 20 horas en el aeropuerto. Aproveché para probar comida deliciosa, descansar y ducharme. Después de toda esa larga espera, siguió un largo vuelo de 14 horas.

Antes de empezar todo esto, habia intetado prepararme lo mayor posible, así que leí cada artículo sobre el jet lag y como evadirlo; la idea mas llamativa era acostumbrarme al horario de destino desde unos días antes, pero teniendo aún mucho trabajo por terminar, compras, maleta por empacar… ni siquiera lo intenté.

Pero hay algo que sí podría recomendar: desde el momento en que abordes el avión, cambia todos los relojes al horario del destino, y duerme TODO lo que más puedas. Eso hice la mayor parte del tiempo, incluso perdí el almuerzo, pero al final valió la pena. Si eres una persona que no puede dormir fácilmente, he escuchado que la melatonina puede ayudar.

Desperté una hora y media antes de la llegada, justo a tiempo para experimentar mi primer amanecer sobre las nubes, y fue increíble; era extraño que yo era el único interesado en verlo, todos estaban durmiendo o viendo películas; estaba feliz de haber estado despierto en ese momento.

amanecer desde la ventana de un avión cerca al ala

30 de septiembre ya, las 6am acercándose, próximos a aterrizar; todo lo que sentí habia sido bastante irreal hasta el momento en que vi tierra; se me llenaron de agua los ojos al ver como todo se volvía real, y sin posibilidad de volver atrás.

Aterrizamos, todo se sintió bastante largo, las pistas del Aeropuerto de Narita, caminando entre pasillos en remodelación; pero también, todo fue increíble; empezaban a aparecer ilustraciones en todas partes, personajes de Nintendo dando la bienvenida o dibujos muy tiernos indicando el camino. No podía estar más feliz.

En el aeropuerto, nunca me había sentido mejor atendido, manejaron mis pertenencias con el mayor de los cuidados e intentaron de la mejor manera posible comunicarse conmigo. Estaba completamente agradecido. Y lo mejor, era que me sentia totalmente descansado, listo para disfrutar desde el primer minuto.


No dudes en escribirme cualquier pregunta abajo en los comentarios.


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