Adiós, Tokio – Primer día Realmente de Aventura, Descubriendo Nuevas Preocupaciones

[2019-10-08]

Komainu Statue at Shinagawa Shrine
Torii at Shinagawa Shrine
Komainu Statue at Shinagawa Shrine

Antes de salir de Tokio, visité el Santuario Shinagawa. Me encantaba poder encontrar lugares tan pacíficos y calmados al lado de ruidosas calles. Apenas entras se siente la diferencia. No podía entender como era tan callado allí, en medio de la vida de la ciudad.

Eran las 10am y el santuario estaba vacío. Lo exploré y tomé algunas fotos. Pero sentía un poco de vergüenza estando solo en eso, sin ninguna razón religiosa; cuando algunas personas empezaron a llegar, decidí que era momento de partir.

Meguro River at Shinagawa, Tokyo

Tomé una avenida principal hacia el suroeste. Estaba feliz y motivado; pedaleé con toda en esa ruta plana. Al encontrarme de nuevo el Río Tama (por donde estuve el día anterior), sabía que ya iba a dejar Tokio.

Tama River
Small Shrine at Kawasaki side of Tama River
Gori at Tama River Leaving Tokyo

Hice una para al otro lado del rio, donde encontré un pequeño espacio para descansar. Era medio día y casi a medio camino de mi destino. Llamé a mi madre y le envié una foto; me sentía todavía asustado pero feliz: estaba por fin empezando mi aventura.

(Si te preguntas, yo tenia una tarjeta SIM que obtuve en línea, y así podía buscar cualquier cosa o realizar llamadas. Puedes encontrar más info aquí)

Seguí con mi camino, ahora atravesando la ciudad de Kawasaki, no habían subidas a la vista, todo el camino plano y casi recto. De repente, un fuerte viento en mi contra, y cada momento, más fuerte que antes. Estaba andando exactamente en la dirección opuesta al viento de la Bahía de Tokio. Yo era cero aerodinámico con toda mi carga y se sentía como si estuviera subiendo una montaña. Además, trataba de cuidarme mi rodilla, que desde el día anterior dolía un poco; me tocó andar más suave.

Un rato después, empecé a ver altos edificios y grandes almacenes; me di cuenta que ya había llegado a mi destino. Me tomó alrededor de dos horas y media desde que dejé el santuario.

Shipyard in Koyasudori, Yokohama
Minato Mirai from Katabira River Park

Primera parada de mi viaje: Yokohama

La segunda ciudad más poblada de Japón. Tiene uno de los puertos más importantes para el comercio exterior.

Route from Tokyo to Yokohama

Antes de cualquier cosa, quise asegurarme del lugar donde instalaría mi carpa. El Parque Kamon-Yama: un pequeño parque en una colina, que había encontrado en el mapa; lo suficientemente cerca de las principales atracciones. Y parecía tener todo lo necesario: baños, barrio tranquilo, konbini cercano.

Había planeado varias actividades en el área; entonces ya con el lugar de dormir verificado, fui a explorar Minato Mirai, el principal distrito de comercio de Yokohama. Turismo, compras y un montón de atracciones hacen de esta, el área más famosa de la ciudad.

PokéLids

De primero, pretendía tomar una foto de algo: unos meses atrás, había empezado la instalación de los PokeLids, una campaña para atraer turistas a lugares menos conocidos del país. Algunas tapas de alcantarilla, las estaban remplazando con diseños de Pokémon.

Una de las cinco tapas en Yokohama estaba ubicada por donde yo me encontraba, pero cuando llegué al punto no la vi; busqué en Google, y tristemente descubrí que las habían quitado un mes antes. Actualmente hay lugares donde todavía se encuentran, se puede revisar en el sitio web.

Di un paseo por los altos edificios, y en todas partes estaba lleno de gente. Fue un poco incomodo caminar entre tantas personas con mi pinta de ciclista y cargado con equipo de camping; todos los demás bien elegantes, todos trabajando; me sentí un poco avergonzado.

Map of Museums in Minato Mirai, Yokohama

Tenía una lista de varios museos fascinantes que quería visitar, todos incluidos en el pase ‘Grutto Pass’ que había conseguido tres días atrás, (lee más sobre el pase).

Me puse a buscar donde dejar la bici, pero todos los parqueaderos en interiores estaban llenos. Quedaban espacios para bicicletas solo en los andenes. Sabía que Japón es increíblemente seguro, y la verdad, no me había sentido más seguro en mi vida. Pero me preocupaba dejar todo tan expuesto mientras visitaba museos. Finalmente, decidí no entrar a muchos lugares si no conseguía un parqueadero cerrado, pero me perdí de muchas experiencias por esa decisión; y ahora me arrepiento totalmente.

Aunque también entiendo mi yo de ese momento. Aún no tenía suficiente confianza; era difícil, llegando de un país tan completamente diferente (en términos de seguridad). Una gran amiga también me dijo que era natural estar preocupado; yo cargaba con mi casa de los próximos meses; no podía arriesgarme a perder mi lugar seguro.

Yokohama Grand Hotel

De todos modos, disfruté la tarde explorando el muelle y andando por las cercanías. Visité otros puntos fascinantes que no requerían dejar la bicicleta. Como el Almacén de Ladrillo Rojo, un edificio histórico renovado.

Bayside promenade in Akarenga Park, Yokohama

También me captivaba la mezcla de arquitectura antigua y moderna del área.

Lantern at Kamon-yama Park

Ya se ponía oscuro, así que regresé al parque (donde pretendía dormir), pero noté que todavía estaba muy temprano. Descubrí algo que no tuve en cuenta planeando el viaje: yo nunca había experimentado otoño o invierno; parecían las 8pm, pero no eran ni siquiera las 6. En grandes ciudades es genial porque puedes disfrutar de la vida nocturna y todas las iluminaciones; pero me empecé a preocupar por los momentos que estuviera por áreas rurales.

No tenía nada que hacer; era todavía muy temprano, así que regresé al muelle. De noche estaba increíble y bastante calmado; había personas pescando y otros simplemente disfrutando de las iluminaciones.

También había un parque de atracciones con una enorme rueda; pero igual que la situación con los museos, no sabia donde dejar segura mi bicicleta. Era apenas mi primer día del viaje, pero aún me arrepiento de perderme tanto.

Yokohama Cosmoworld Ferris Wheel at Night

Paseé un par de horas antes de regresar a comprar algo de comer en un konbini; luego, de nuevo hacia el parque.

Me imaginaba que dormir al lado de un pequeño estanque sería buena idea; además había una pequeña caseta que me daba un sentimiento de privacidad. Pero, mientras armaba la carpa, fue un infierno lleno de mosquitos y terminé picado en todas partes. Entré lo más rápido que pude y no volví a salir por algunas horas. Escuche personas trotar cerca, e incluso a alguien sorprenderse por ver una carpa en ese lugar.


No dudes en escribirme cualquier pregunta abajo en los comentarios.


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