Dejando Atrás El Monte Fuji – Pensamientos de Soledad

[2019-10-13]

El desvío que tomé y la espera a que pasara el tifón, hizo retrasarme en mi cronograma general. Mi nuevo plan era rodear el Fuji por el sureste, en bajada hacia la costa.

Habiendo desayunado, dejé la Michi no Eki a las 7 a.m. para parar cinco minutos después en la primer lavandería autoservicio que encontré. Había pasado casi una semana desde que salí de la casa de mi amigo en Tokio, y ya tenía bastante ropa sucia y sudada.

Sabía que podía encontrar estos servicios en cada barrio; había planeado lavar todo cada semana. Puedes encontrar todo lo que esperas: Hileras de lavadoras y secadoras, máquinas para cambiar monedas, canastas, revistas viejas, incluso una pequeña lavadora de zapatos – nunca había visto algo así, pero la necesitaba. (Pagué ¥800, alrededor de 8usd, por todo).

Continué con mi camino, derecho hasta el mar, ahora con mi ropa limpia y tibia.

Lo triste era que, con lo apresurado, no pude apreciar al Fuji lo suficiente. Cada que miraba a mi derecha, lo veía más lejos.

Mount Fuji from Gotemba

Aparte de eso, me sorprendió ver todas las calles limpias. Esperaba encontrar restos de cosas por el viento de los últimos días. También pensaba que tendría que atravesar muchos charcos. Pero todo estaba limpio y perfecto para andar en la bici. Parecía como si no hubiera ocurrido nada.

(Luego, descubriría que el tifón causo bastante daño en otras ciudades y dejó 121 fatalidades).

Susono City Manhole Cover

Bajando de las montañas, encontré otra tapa de alcantarilla. Estas tapas (aparte de un diseño personalizado) tienen el nombre de la ciudad o pueblo; así yo siempre sabia en dónde estaba – atravesaba la ciudad de Susono.

Cinco horas después de arrancar, llegué a la costa. Ya era medio día, y descanse por unos minutos en un parque. Se sentía genial ver el mar de nuevo; todo estaba tan tranquilo, de nuevo; sin tifón a la vista (aunque este todavía siguiera su camino por el norte de Japón). Era un día soleado.

Sea in Numazu City

Desde la estación de camino hasta el mar habían sido más de 30km de descenso. Los había hecho sin agotarme. Solo un poco cansado del calor, pero no más. La gravedad e inercia hicieron la mayoría del trabajo.

Map from Michi no Eki Fujioyama to Numazu
Numazu City Manhole Cover

Estaba ahora en la ciudad de Numazu, como lo mostraba esta tapa. Y como era de esperarse, la temática de todas las tapas de alrededor era el Monte Fuji.

Mi destino estaba cerca, así que me relajé y busqué un restaurante.

Mientras almorzaba, revisé mis rutas y mi cronograma, para darme cuenta de que había calculado algo mal en mi plan original. Parecía que me hubiera saltado un día, incluso con el desvío del Fuji, seguía retrasado. Decidí avanzar más esa tarde, habiendo tenido la mañana tan relajada.

Avance rápidamente por el lado industrial de ciudad Fuji, donde disfruté de nuevo la gran montaña y tomé todas las fotos que pude.

Mount Fuji from Warehouse in Fuji City

Y no pude ignorar esta fascinante tapa de alcantarilla, la primera que encontraba a color. Representaba a la Princesa Kaguya, la protagonista de ‘El cuento del cortador de Bambú’ – considerada la prosa narrativa japonesa sobreviviente más antigua (del siglo 10).

Princess Kaguya Fuji City Manhole Cover
Mount Fuji

Antes de salir de ciudad Fuji, vi esta otra tapa que me llamó la atención – Aparte de su forma, era muy diferente: no tenía el nombre de la ciudad, si no los kanji de hidrante.

Fuji City Fire Hydrant Cover

Una hora más tarde, estaba reforzando mi apreciación por lo rural. Terminé en una fascinante calle antigua, una de las más interesantes desde que llegué a Japón.

No lo sabía en ese momento, pero estaba atravesando el pueblo de Yuiimajuku. Un antiguo pueblo postal, parte de la antigua ruta Tokaido que conectaba Kioto a Edo (Tokio).

Sea at Shizuoka

Habían sido alrededor de 70km de recorrido. Gran parte de la ruta en bajada, pero sin una nube en el cielo. Ya estaba agotado por el calor, y eran las 5p.m. Pronto iba a oscurecer.

También, estaba un poco asustado, sin saber que esperar (lo mismo de todas las noches). Mi lugar para esa noche era algo improvisado: un gran parque al lado del mar a la entrada de Shizuoka (la siguiente ciudad principal en el mapa).

Aparte de eso, había estado bastante tranquilo los últimos días (incluso con el tifón). Sabía que tenía un lugar a salvo dentro de la Michi no Eki; no tenía que preocuparme por buscar en donde dormir. Creo que me acostumbré a eso.

Tenninmori Park in Google Earth

Tenninmori era un angosto pero largo parque que dividía el área residencial y la playa. Al entrar, me cruce con un montón de personas saliendo. Parecía que habían estado haciendo un asado en la playa.

El parque era atravesado por toda la mitad por un camino rodeado de pinos. No podía esperar a verlo en la mañana, con luz; debería de verse muy bonito. Además, en un día despejado, se puede apreciar el Monte Fuji desde allí.

Caminando en completa oscuridad entre árboles, me cruce con algunas parejas en bancas o paseando. Me dirigía a unos baños que había visto más adelante en el mapa. Esperaba encontrar algún lugar para mi carpa. No busqué por la playa porque no estaba seguro de que tanto subiría la marea.

Cuando concreté un buen espacio, regresé a las calles en busca de algo para comer. Vi la entrada de un santuario, un torii blanco rodeado de árboles. Estaba bastante oscuro y un poco tenebroso, pero en ese momento, no me interesaba entrar.

Empezaba a sentirme un poco solo. En varios momentos, deseaba poder compartir esas experiencias con alguien más: explorando un templo de noche, cenando, y caminando en parques y alrededores placenteros.

Todo estaba bien mientras viajaba – pedaleaba a mi ritmo; paraba y continuaba cuando yo quisiera, sin molestar a nadie más. Pero todo cambiaba en la noche, cuando tenía que esperar todo el tiempo solo. O en momentos buscando donde dormir, creo que hubiera sido bueno tener algo de ayuda.

Después de comer en un Family Mart (Konbini) cercano, me recibió un fuerte viento en el parque. Era tanto que no sabía si mi carpa podría aguantar o incluso si podría armarla. (Otro par de manos hubiera sido de mucha ayuda en ese momento).

Tuve que moverme a un pequeño espacio entre la hierba, detrás de los baños para quedar protegido.

Incluso con los baños como escudo, se sentía como si un lado fuera a arrancarse. Busqué en línea y leí que mi carpa podía soportar vientos de hasta 30mph. Y de acuerdo con una app (Windy), estaba en contra de 17mph. Fue tranquilizante tener esa información.

Aun así, tuve que mover la carpa un poco más hacia los arbustos porque me inquietaba mucho como se agitaba.

Intenté dormirme rápido porque el pronóstico decía que la mañana estaría lluviosa; esperaba despertarme temprano y empacar antes de que todo se mojara.


No dudes en escribirme cualquier pregunta abajo en los comentarios.


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